viernes, 18 de febrero de 2011

Producir Buena Impresión

Hablar bien significa actuar sobre sí mismo vencer la propia espontaneidad. cuidar la rectitud, obligarse a una minuciosa atención. A un esfuerzo de discernimiento del alcance de los términos empleados en la conversación. Todo ello engendra repercusiones felices sobre el aspecto exterior, sobre la expresión del rostro. principalmente sobre la mirada y concurre a ese conjunto de característicamente con las cuales se produce una buena impresión. Más directamente, las primeras palabras que pronunciamos en presencia de otra persona orientan instantáneamente la actitud mental de ésta respecto a nosotros. Por muy mal dispuesto que este el hombre a quien dirijamos la palabra, no podrá sino quedar favorablemente impresionado por un lenguaje resuelto y puro. No creo exagerar al decir que un lenguaje así da lugar, casi inevitablemente a la consideración la confianza y hasta a la benevolencia. El subalterno es tratado entonces con el máximo de miramientos y aquel a quien le incumbe la responsabilidad de dirigir un personal adquiere un prestigió que motiva la voluntaria docilidad de sus agentes. No hay por que decir, profesión o empleo en los que las posibilidades individuales no se vean acrecidas para aquel que posee le dominio de su palabra. Por otra parte esta cualidad abre el camino a muchas carreras a la vez, liberales y lucrativas. E Comisionista, ele representante, el intermediario el comprador ademas e de sus aptitudes combativas y para sacar provecho de estas deberá usar constantemente de una habilidad dialectica que constituye un utensilio de trabajo mas esencial

Hablar con atractivo

Es un deseo razonable el de intervenir de una manera honorable y atrayente en una conversación. U esto, aun cuando estén libres de las inhibiciones que causa la impresionabilidad, no es nada fácil. para muchos. Lo que se dice delante de ellos no les despierta ningún comentario digno de interés. Si se les ocurre una idea, no saben expresarla ni desarrollarla diestramente. ¿Quieren hablar, por ejemplo de lo que han visto o leído, de una obra de teatro de un libro de una película? Si toman la palabra con ese fin, no se les presta sino una escasa atención por que su relato carece de limpidez. El número demasiando restringido o la clasificación defectuosa de las nociones que poseen les lleva a volver siempre de nuevo sobre los dos o tres temas que conocen y se les encuentra monótonos. Su falta de facilidad para hablar les impide adquirir el tacto que es indispensable para ponerse a tono con los demás y al alcance de cada uno para matizar sus observaciones críticas convenientemente o dar a sus propios entusiasmos un tono que sea compatible con el medio ambiente en que se hallan o con la persona con quien conversan. Su buscan la simpatía, el fervor especial de alguno, difícilmente lo obtienen por que uno se aburre con ellos. Por el contrario, el hombre o la mujer quienes es agradable conversar, gana considerablemente atractivo altamente seductor. El hablar de un modo cautivador, como también el arte de encontrar para cada uno la palabra amable, la atención delicada , la aprobación tacita que suscitan la inclinación es una facultad que se adquiere. los perores defectos físicos pierden gran parte de su carácter repulsivo en los que hablan en forma encantadora.
por muy defectuoso que sea un individuo puede ser buscado, admirado, querido, solo por lo agradable de sus razonamientos, si cultiva su voz su manera de articular las palabras, su vocabulario y su ingenio.

Las satisfacciones de la socialibilidad: reuniones entre amistades, comidas, recepciones, visitas, exigen que una persona este en plena posesión de los medios de expresión cuando no es así, en vez de experimentar en ello placer se siente uno molesto y se ve relegado con frecuencia a personas así hasta se las rehuye. De ese modo se carece de ocasión para crearse relaciones, de lograr apoyos de obtener una colaboración que hubiera sido muy útil y de recopilar, mientras se escucho o se observa muchas nociones de las que se habría podido sacar beneficio.

¿Cuantas cosas se aprenden si se puede conversar,hasta con los mas humildes?

Saber sostener una controversia

Tener la osadía y hablar con claridad y precisión significa, ademas, estar en situación de sostener el propio punto de vista, sin dejarse desconcertar, sin doblegarse en las inevitables contestaciones que deban darse en las discusiones que surgen a cada paso.

En efecto solo disponemos de una limitada producción diaria de energía psíquica, que es preciso reservar a la utilidad o la satisfacción cierta. Pero, cuando sea preciso, se lograra el máximo provecho de un mínimo desgaste si se saben emplear argumentos bastante límpidos y suficientemente firmes para impresionar con tino a la parte contraria. Se ve personas honorables, seguras con justo título de estar en su derecho, que benévolamente se dejaron perjudicar en lugar de reaccionar, y eso simplemente, por que se daban cuenta de su inferioridad oratoria. Ese mismo sentimiento de inferioridad tiene a menudo otro inconveniente. Que determina en frecuentes ocasiones la irritación cuando no los arrebatos de cólera. Se pierde entonces la sangre fría y al antagonismo normal vienen a unirse animosidades inútiles. Es preciso adquirir la costumbre de comprender, de penetrar la significación precisa de las palabras y distribuir los propios argumentos en frases cortas, claras y bien encadenadas.

Ser claro y preciso


El que habla sin ambages se halla de pronto en situación ventajosa. Desde que recita sus lecciones y, mas tarde, debe contestar en público las preguntas de sus examinadores hasta el hombre que desempeña un cargo de responsabilidad y que, por ende, se ve obligado a producir continuos informes verbales. Toda persona tiene necesidad de toda su libertad de elocución para manifestar plenamente su valer, su voluntad, o para sacar todo el partido posible de su valor intrínseco. Pero la influencia directa de la palabra, la impresión que causa su poder persuasivo, depende de su claridad y de su precisión.

No todo consiste en atreverse a hablar: también es preciso hacerse comprender exactamente, saber dar en pocas palabras la explicación pedida; exponer lo justo, sin quitar ni poner nada a lo esencial de un hecho, de una situación ; impartir o transmitir ordenes o comunicaciones con la certeza que permite interpretar exactamente el pensamiento inicial.

Pongamos el caso de un industrial o comerciante, deseoso de llenar un puesto vacante y que recurre al aviso clasificado para hacer su pedido. Muchos candidatos se presentarán. A igual valor de referencias, ¿Quien logrará obtener el puesto? Aquel cuyas respuestas claras, bien medidas, precisas, hayan colaborado en la forma más satisfactoria a la tarea eliminatoria que realice el que ofrece la vacante.

En un gran número de pequeñas operaciones corrientes, en el correo en los bancos, en la administración en las alcaldías, etc. Hasta en una compra vulgar, la claridad y la precisión ahorran trabajo, evitan inconvenientes y economizan tiempo. Los medicos dicen que es preciso saber explicarse con claridad, ya que son muchos los enfermos que privan a su juicio de los elementos que hubieran permitido un diagnóstico exacto. Visitad los juzgados y tribunales y comprenderás todos los inconvenientes de una palabra desordenada y confusa. Decidamos a perfeccionar nuestra dicción.

jueves, 17 de febrero de 2011

Curso como Hablar en Publico


Introducción del curso como hablar en publico.
No se trata aquí de formar oradores en serie, si de enseñar a todos aquellos que desean ver como hablar con claridad sencillez y corrección. Es común encontrar personas que se afligen por no estar dotados de la facilidad de expresión suficiente y necesaria para satisfacer las necesidades habituales de la vida. A algunas personas les faltan en mator o menor grado las ideas, las palabras o el sentido de la construccion de las frases; a otras lo que les falta es sencillamente la seguridad.

Por medio del estudio de la sugestión se puede deducir muchas directivas sobre el manejo e influencia del verbo humano. Así a mi juicio. El primer objetivo que hay que perseguir en la educación de la palabra es la regulación de la emotividad. Demoles al lector, ante todo. La posibilidad de expresarse sin la menor molestia delante de cualquiera, ya que con ello habremos avanzado ya un gran paso. En seguida si asi lo desea podrá llegar a ser un conversador de fácil palabra, acaso un orador. Pero por el momento ya poseerá lo esencial: la imperturbabilidad, merced a la cual, aun cuando su interlocutor fuera el emperador del mundo, siempre se sentiría perfectamente tranquilo para articular osada íntegramente todo lo que le dictare su pensamiento.

Cuando sea necesario hay que atreverse a hablar, aun en el caso en que uno no se sienta todavía en condiciones de hacerlo con habilidad y ya que la idea constituye el origen de la acción, repetitansen desde hoy y muchas veces al día con determinación firme: “Yo me atreveré a hablar” En este curso de como hablar en publico se verán distintas formas para mejorar la auto confianza, superar el temor, excitación y muchas otras cosas mas.