viernes, 18 de febrero de 2011

Saber sostener una controversia

Tener la osadía y hablar con claridad y precisión significa, ademas, estar en situación de sostener el propio punto de vista, sin dejarse desconcertar, sin doblegarse en las inevitables contestaciones que deban darse en las discusiones que surgen a cada paso.

En efecto solo disponemos de una limitada producción diaria de energía psíquica, que es preciso reservar a la utilidad o la satisfacción cierta. Pero, cuando sea preciso, se lograra el máximo provecho de un mínimo desgaste si se saben emplear argumentos bastante límpidos y suficientemente firmes para impresionar con tino a la parte contraria. Se ve personas honorables, seguras con justo título de estar en su derecho, que benévolamente se dejaron perjudicar en lugar de reaccionar, y eso simplemente, por que se daban cuenta de su inferioridad oratoria. Ese mismo sentimiento de inferioridad tiene a menudo otro inconveniente. Que determina en frecuentes ocasiones la irritación cuando no los arrebatos de cólera. Se pierde entonces la sangre fría y al antagonismo normal vienen a unirse animosidades inútiles. Es preciso adquirir la costumbre de comprender, de penetrar la significación precisa de las palabras y distribuir los propios argumentos en frases cortas, claras y bien encadenadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario